Las metodologías de gestión de proyectos nos ayudan a sistematizar una tarea. Sirven para plantear los objetivos y una correcta organización. Además, marcan los pasos a dar en cada uno de esos proyectos que se llevan a cabo en una empresa. Analizamos en qué consiste la gestión de proyectos y cuáles son las metodologías más efectivas y productivas.
La utilidad de las metodologías para la gestión de proyectos
Cuando en una empresa se llevan a cabo diversas tareas, actividades y proyectos, resulta muy útil delegar y distribuir por equipos para una correcta y eficiente organización. Las metodologías de gestión además de para esto son útiles en cuanto a definir y temporalizar objetivos así como para sistematizar los procedimientos para el desarrollo orientado a la producción de los productos o servicios.
Al estructurar y organizar la manera de desempeñar el trabajo se delimitan mejor los tiempos para el proyecto. Se minimizan riesgos e incluso se desarrollan mejor las capacidades y habilidades de los equipos de trabajo. ¿Cuáles son las metodologías que mejor ayudan a la productividad?
Métodos más eficientes para la gestión de proyectos
Detallamos a continuación las metodologías que mejor pueden ayudar a la gestión de proyectos de una empresa de herrajes:
1 Técnica de Evaluación y Revisión de Proyecto PERT
La técnica PERT (Project Evaluation Review Technique) pone énfasis en el tiempo en el que se tardaría en realizar las tareas del día. El tiempo máximo y el mínimo, si todo va bien o si por el contrario hay problemas o dificultades. Para lograr calcular una estimación de lo que podrían llevar como tiempo medio.
2 Diagrama de Gantt
Una de las más antiguas y, adaptada a las situaciones actuales, una de las más efectivas, sobre todo para proyectos en los que los cambios son una constante. El diagrama de Gantt se divide en dos ejes. En uno se anotan las tareas y actividades. Y en el otro la duración de estas desde que se inician hasta que se dan por finalizadas. En ese mismo eje se resaltan las tareas más importantes así como las que más tiempo nos llevarían para poder establecer prioridades a la hora de ejecutarlas.
3 Prince2
Prince2 quiere decir Proyectos en Ambientes Controlados. De naturaleza flexible, se detalla una justificación para cada nuevo proyecto, los cuales quedan divididos en fases permitiendo así el control de los recursos y detectando posibles inconvenientes. Otra de sus ventajas es que se analiza la relación de los costes con los ganancias.
4 Cadena crítica
Basado en la teoría de las restricciones, este método para la gestión de proyectos empresariales tiene como objetivo que la tarea se lleve a cabo. Teniendo en cuenta que van a estar bajo la incertidumbre, las limitaciones y los posibles obstáculos. A detectarlos e identificarlos será más sencillo ponerles solución. A su vez, se da prioridad a las tareas más relevantes y se subordinan el resto a las principales.
5 Waterfall
‘Cascada’ si lo traducimos al castellano; se trata de un modelo tradicional muy empleado en los sectores de manufacturación y construcción. El proyecto se establece con una jerarquía de secuencias. Desde el inicio al final en el que una depende de la otra.
6 Agile
Los procesos en los que se desgrana cualquier proyecto quedan dibujados en pequeñas fases. Las metas, además de que se realicen todas las fases, son detectar posibles problemas y adaptarse a los cambios que surgen por el camino. Se trata de un método flexible que aporta grandes soluciones, en especial en los equipos de trabajo cooperativos.
7 Kanban
En lugar de la gestión de proyectos basada en las reuniones diarias al inicio del día para comentar la jornada anterior y la presente, esta metodología propone un enfoque visual centrado en la gestión del tiempo. El proyecto global y la relación del presupuesto con los costes. A través de estas premisas los empleados ya tienen claro qué se espera de ellos. Conocen cuáles son sus funciones y responsabilidades.
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