Crecimientos anuales de más de dos dígitos de la economía china han traído grandes ventajas al país, y en general al mundo. Pero si bien eso es cierto, también lo es que un crecimiento tan acelerado y tan rápido también trae consigo riesgos, hoy nos vamos a centrar en los medioambientales y en las soluciones que China está planteando al respecto.

Datos alarmantes

Según la OMS (Organización Mundial de la Salud), de las diez ciudades del mundo más contaminadas, siete se encuentran en territorio chino. Dichos datos en sí mismos ya resultan suficientemente alarmantes, pero si además, a ello le añadimos que en un 30% del territorio la lluvia ácida hace acto de presencia, y que existe el riesgo de que la contaminación se extienda más allá de los confines nacionales, la alarma adquiere su máxima expresión.

La solución de buen seguro que no es fácil, pues es obvio, que un país que requiere de un rápido crecimiento y que lo esta logrando después de una larga travesía por el desierto, no permitirá ver recortadas sus expectativas de crecimiento por motivos medioambientales. Pero también es obvio que si no lo hace, pone en peligro la seguridad y salud medioambiental de su país y del mundo entero, y paradójicamente que pone en peligro el crecimiento sostenible de su economía que precisamente es lo que quiere preservar.

Primeras medidas

Ante esa encrucijada, y después de unos años donde la prioridad era el crecimiento ante cualquier otra circunstancia, las cosas están cambiando. Ahora en la actualidad, el gobierno Chino empieza a dar relevancia al factor medioambiental para proteger a su propia población, pero también para preservar como he comentado en líneas superiores, su propio crecimiento económico.

Por ejemplo, y con el fin de evitar la emisión de gases contaminantes de efecto invernadero provenientes del carbón, China está trabajando en el desarrollo de las energías limpias, y una de las medidas concretas es que por ejemplo el mix energético que utiliza la industria del país se dirija más hacia estas energías limpias. Un dato concreto es el que pretende incrementar el peso del gas natural, que en la actualidad tan sólo representa un 4% del total.

Otras acciones son por ejemplo el desarrollo de planes quinquenales destinados a la protección medioambiental (desarrollado por el ADB), o la realización, por parte de distintas entidades y organismos de distintas actividades relacionadas con la concienciación y sensibilización sobre la necesidad de conseguir un crecimiento más verde.

JORDI GARCIA CASTILLÓN

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