Es una realidad, nuestra capacidad para comenzar tareas nuevas es ilimitada, si embargo nuestra capacidad para acabar esas mismas tareas es limitada. Por esta razón, tener una metodología de trabajo adecuada y poner límites a la cantidad de proyectos en curso es muy importante. De esta manera, podrás organizarte mejor, trabajar mejor y seguir un ritmo en tus proyectos sin imprevistos. Y por supuesto, conseguirás mejores resultados y asegurarás así la satisfacción de tus clientes.

Esta premisa es aplicable en cualquier contexto y más aún en el ámbito empresarial. Hoy, desde IBMH, queremos compartir algunos tips que te permitirán organizar mejor tu trabajo, abarcar un número concreto de tareas y, con todo ello, mejorar notablemente tu productividad y la de tu compañía o negocio.

Poner límites a la cantidad de proyectos en curso: una de las claves en la productividad empresarial

Siempre hay que poner una limitación antes de empezar cualquier proyecto. De lo contrario, será nuestra propia capacidad la que nos termine limitando y haciendo fracasar nuestros objetivos. Pero, ¿cómo poner límites cuando el trabajo nos satura? ¿Cómo saber cuánto tiempo dedicar a cada una de las tareas? ¿Cómo decidir cuándo es adecuado comenzar una nueva? A continuación te ayudamos a resolver todas estas dudas:

Intenta adaptarte al tiempo del que dispones:

De las veinticuatro horas que tiene el día, generalmente, solemos dedicar aproximadamente ocho al trabajo. Por lo tanto, el número total de tareas o proyectos en curso debe ser proporcional al tiempo disponible.

Si tienes ocho proyectos abiertos, y dedicas a cada uno de ellos, por ejemplo, una hora al día, no empieces más proyectos. Finaliza antes, al menos, alguno de los ya iniciados.

Dedica un tiempo exclusivo a cada tarea cada día:

Si estimas que una tarea te llevará ocho horas en total y le dedicas una hora al día, lo lógico es que ese proyecto esté culminado en ocho días. No se trata de dedicar el octavo día por completo a trabajar en ese proyecto para poder acabarlo a tiempo. Lo recomendable es que, desde el primer día, le dediques un tiempo exclusivo, aunque sea mínimo a esa tarea.

Las horas totales a dedicar al proyecto o tarea son siempre las mismas, es decir ocho horas. Sin embargo, estarán distribuidas en ocho días y no te agobiarás pensando en hacerlo todo en un solo día.

Empieza una nueva tarea cuando hayas acabado otra:

Para estimar la fecha de ejecución de una nueva tarea, deberás tener siempre en cuenta cuándo acabarás con la anterior. No debes empezar nuevos trabajos hasta acabar al menos con uno de los que ya tienes en curso.

Los beneficios de poner límites al número de proyectos en marcha

Poniendo límites a la cantidad de proyectos en curso, lograrás llevar un control total sobre tu trabajo, podrás sortear fácilmente posibles imprevistos y no te sentirás nunca saturado o ahogado con los asuntos pendientes. Además, serás capaz de llevar a cabo un trabajo de verdadera calidad, consiguiendo siempre los resultados deseados.

Y esto no es todo. Otros interlocutores implicados también en los mismos proyectos podrán saber desde un inicio cuál es la fecha estimada de finalización que tienes prevista. Todos estarán informados del estatus de tu trabajo siempre con varios días de antelación a la fecha límite.

En IBMH tenemos un sistema de trabajo basado en la productividad y esa es, sin duda, la clave de nuestro éxito. Cuenta con nosotros para agilizar al máximo el tiempo que le dedicas a la gestión de compras en tu empresa. ¡Contáctanos hoy mismo para saber cómo podemos ayudarte a hacer crecer tu negocio de herrajes para muebles y construcción!