China es un país en plena ebullición e ideal para hacer negocios. Ello invita a visitarlo y a hacer negocios en el país dejando atrás definitivamente aquella etapa en la que el país asiático era el gran desconocido, pues en la actualidad el gran desconocido empieza a ocupar un lugar principal en el entorno de los negocios global en el que nos movemos. Pero existen unas consideraciones básicas (especialmente en lo que se refiere a la adaptación a un lugar distinto) que siempre va bien de recordar antes de emprender cualquier viaje, y por supuesto también entonces, antes de emprender cualquier viaje de negocios a China.

La necesidad de adaptarse

Pues parece obvio decirlo, pero adaptarse a las costumbres, cultura, forma de ser y demás particularidades del lugar a donde vamos, resulta indispensable en cualquier desplazamiento que hagamos a un país o lugar de una cultura, costumbres y formas de ser distintas la nuestra, y por supuesto, en el caso de China, esa recomendación no resulta una excepción.

Lo anteriormente dicho, es muy importante de decir, pues aún existen muchos viajeros que van a hacer negocios a China con una mentalidad muy poco adecuada para cualquier visitante que quiera entrar con buen pie e integrarse en la cultura que va a visitar.

Así, respetar, comprender e intentar convivir serenamente con costumbres, formas o estilos que pueden resultar muy distintas o incluso contrarios a los nuestros, resulta vital para iniciar con buen pie cualquier relación de negocios (y también personal) que queramos empezar.

Adaptarse no es adoptar

Atención, que decir que debemos adaptarnos al país de destino no significa que debemos adoptar, que hacer nuestras esas costumbres, estilos de vida o creencias. Pues ello, a pesar de lo que muchos se puedan pensar, al contrario de resultar adecuado, también puede resultar contraproducente, ¡y es que nadie nos pide que no seamos quienes somos, simplemente que respetemos a los que no son como nosotros!

Así, que intentar mimetizar costumbres o estilos de los autóctonos, mostrar condescendencia o falsa comprensión, está muy lejos de la empatía que se requiere. Por contra mostrarnos tal y como somos, adecuando nuestra actitud para que no ofenda a las formas del lugar, y especialmente mostrándonos receptivos y abiertos a aceptar nuevos estilos de vida, resulta clave para cualquier negocio en China.